Ricardo Villarreal

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Amor e Identidad

July 5, 2016 by Ricardo Villarreal

La Identidad Milan Kundera¿Puede un beso ser tan mágico que te enamora completamente, que altera tu identidad y marca tu vida para siempre? Ese acto que comienza con el roce de los labios y que antecede a un apasionado desborde de emociones que van más allá de un impulso sensual, un consentimiento mutuo en donde dos personas sellan su disposición de amor.

La Identidad de Milan Kundera es una novela de amor llena de reflexiones filosóficas y elementos humanos que nos invita a explorar nuestra propia identidad a través de la historia de dos enamorados, Chantal y Jean-Marc.

Nuestros protagonistas se aman tanto que llegan a caer en conflictos complejos de identidad, en donde los sentimientos se vuelven opuestos, y cuyas personalidades por momentos se aclaran y en otros se difuminan en una indistinguible frontera entre la realidad y la fantasía.

Muy pronto en la historia, la mirada florece como el principal elemento de unión y discordia entre los personajes.

Una mirada puede unirnos tanto sin tocarnos como nos une un beso sin mirarnos. Los ojos fijos en una mirada de amor hipnotizante pueden detonar una comunicación que jamás podrán dar las palabras y despertar más sentimientos que una caricia.

Pero Chantal tiene una frustración que le revela a Jean-Marc, “los hombres ya no se vuelven para mirarme.”

Y no es que Chantal quiera dejarse seducir por otros hombres, sino que las miradas para ella son un refugio; las miradas la mantienen de cierta manera en sociedad con los humanos.

Aunque la mirada que más aprecia es la de Jean-Marc, ante su conflicto no se percata de ella, y sabe que la mirada del amor le provoca un aislamiento con el mundo.

Para Jean-Marc, mirar a Chantal es un placer total; ella es para él su único vínculo sentimental con el mundo y su antídoto ante la indiferencia.

Ante la universalidad poética del amor, los ojos son siempre protagonistas. Para Milan Kundera los ojos son “las ventanas del alma; el centro de la belleza de un rostro; el punto en el que se concentra la identidad de un individuo.”

Pero una mirada nunca es permanente ni puede ser constante ante la existencia de los párpados. Esas cortinas que humedecen los faroles de la vista y que al mismo tiempo se vuelven antagonistas al convertirse en amenazantes interruptores de una mirada cautivante.

De repente, Chantal comienza a recibir cartas anónimas que le dan vida y un cierto misterio seductor. ¿Quién será su admirador secreto? ¿Qué motivo tendrán esas cartas?

¿Se tratarán quizás de una fantasía anhelada a punto de convertirse en realidad? ¿O le servirán esas cartas para darse cuenta de que su amor real es superior a cualquier fantasía?

Chantal reflexiona sobre las cartas: “Si un hombre escribe cartas a una mujer, lo hace para preparar el terreno en el que, más adelante, la abordará para seducirla. Y, si la mujer guarda en secreto esas cartas, lo hace para que su discreción de hoy proteja la aventura de mañana. Y, si además las conserva, lo hace porque está dispuesta a entender esa futura aventura como una relación de amor.”

El amor quizás le esté poniendo una prueba más a Chantal. Si bien siente una gran felicidad con el amor que comparte con Jean-Marc, a veces siente nostalgia por él. Una añoranza que en instantes no le permite vislumbrar un porvenir con él.

Pero en otros momentos, su desmesurado amor por Jean-Marc lo es absolutamente todo, que logra orillarla fuertemente hacia un mundo de fantasía.

A través de la historia, Kundera arroja a los personajes ante diferentes situaciones que los hace cuestionar y descubrir su identidad. Y es con la misma habilidad que el autor inevitablemente nos invita a reflexionar sobre nuestra propia realidad, nuestra satisfacción emocional y nuestra existencia.

Ninguno de nosotros eligió haber nacido en este planeta en el tiempo y espacio que ocupamos, y sea nuestra existencia una suerte o una desgracia, la mejor manera de pasar la vida es dejarse llevar en ella apreciando enteramente el instante presente.

Pero, ¿puede el amor ser tan descomunal que no alcanzamos a distinguir la realidad? ¿En dónde se encuentra la frontera entre lo real y la imaginación? El autor deja estas preguntas abiertas extendiéndonos la oportunidad de olvidarlo todo y pensar en la vida.

Si ante la inmensidad del universo nuestra insignificancia es nuestro destino, no hay tiempo que perder y amémonos, disfrutemos de la vida, cobijémonos bajo el techo del amor. Y disfrutemos la vida con la libertad que tenemos de fundir nuestra individualidad con euforia y de elegir siempre el placer.

 

Filed Under: Arts & Culture, Libros Tagged With: amor, fantasía, filosofía, La Identidad, libros, literatura, Milan Kundera, novela, realidad

El Amor como Existencia Máxima en “El Amor, Las Mujeres y la Vida”

February 22, 2016 by Ricardo Villarreal

Benedetti“El amor es uno de los elementos emblemáticos de la vida. Breve o extendido, espontáneo o minuciosamente construido, es de cualquier manera un apogeo en las relaciones humanas.” – Mario Benedetti

¿Qué tema es tan humano e incitante como el amor? En “El amor, las mujeres y la vida”, Mario Benedetti nos ofrece una invitación a su extraordinario repertorio poético para rescatarnos de la trivialidad y hacernos revivir historias, resurgir emociones perdidas, recordar personas y encuentros, para renovarnos y enriquecer nuestra condición humana.

En esta genial obra de Benedetti, donde majestuosamente plasma al amor de infinitas maneras, confirmamos que el amor es el concepto intangible más valioso al que podemos alcanzar los seres humanos.

Desde el prólogo, que escribe el propio autor, podemos apreciar la generosa sabiduría de Benedetti. En ese breve espacio nos explica el origen del libro, así como su título, que es una variación del libro “El amor, las mujeres y la muerte” del filósofo alemán Arthur Schopenhauer.

Y en seguida cita al filósofo, quien dice que “el amor es la compensación de la muerte; su correlativo esencial.” Una frase considerablemente esperanzadora, sobretodo viniendo de un filósofo conocido por su pesimismo.

Como dato relevante, y antes de invitarnos al espléndido compendio poemario, el escritor nos comparte que esta antología floreció por sí sola a lo largo de 50 años. Como en la canción “You Can’t Hurry Love” de The Supremes, al amor no lo puedes apresurar. Esta larga espera valió la pena.

El primer poema “Asunción de ti” lo dedica a su esposa Luz, su compañera de toda la vida. Y desde ahí nos atrapa a explorar las casi 100 inspiraciones que comprende esta obra.

Con Benedetti, el amor jamás será monótono, jamás será frío ni rutinario. El riesgo más grande del amor está en el miedo a amar.

El amor se encuentra y penetra en todo lo que nos rodea, cobra vida en los objetos materiales, se muestra doloroso a veces, pero recompensante siempre. Porque hasta en la soledad que desciende de una pérdida, la vivencia del amor puede quedar plasmada sempiternamente como en una fotografía.

El poema “Cada ciudad puede ser otra” nos manifiesta el poder sublime del amor pues es precisamente su fuerza la que transforma y da vida a una ciudad. Les comparto 3 estrofas:

Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren

cada ciudad puede ser otra
cuando el amor pinta los muros
y de los rostros que atardecen
uno es el rostro del amor

y si el amor se va y no vuelve
la ciudad carga con su otoño
ya que le quedan sólo el duelo
y las estatuas del amor.

En “Informe sobre caricias” Benedetti magistralmente nos describe a las caricias como un bello y universal lenguaje, silencioso pero tangible (aunque no siempre), cuyos mensajes encantan y capturan, buscando en su convencimiento una mágica retroalimentación.

Las variantes fisonomías del amor que nos comparte Benedetti se manifiestan también en la contagiosa fuerza de una sonrisa, en el escenario utópico del amor, en la tecnología, en la edad y el tiempo, en la filosofía, en la historia…

En el arrepentimiento como en “Todo el instante”, un poema que nos hace pensar en aquellas situaciones en las que el miedo nos opacó la oportunidad de crear una historia de amor.

En “Calle de los abrazados” Benedetti genialmente detalla cómo el amor da vida en los abrazos, e invita a realizarlo como si siempre fuese el último:

La llaman calle de abrazados
porque en las noches de domingo
hay dos tan sólo dos
una mujer y un hombre
desentendidos misteriosos
que se citan allí como dos náufragos
y cada náufrago se abraza
al otro cuerpo salvavidas

Por último, les comparto íntegramente “Estados de ánimo”, un poema bellísimo donde Benedetti nos deleita humanizando en las voces de la naturaleza a un paciente enamorado que no pierde la esperanza:

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas

unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas

pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones

una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces

sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerques y te mires
te mires al mirarme.

Estoy convencido que al mundo le hace falta leer más contenido que nos haga pensar, que nos haga reflexionar, y que nos vuelva más amorosos, más humanos. En esta generosa obra podemos encontrar mucho de eso.

La gran faena de Mario Benedetti está en convencernos (sin necesidad de torcernos el brazo) que el amor es la razón máxima de nuestra existencia.

La manera en que describe muchas de las acciones más sencillas de la vida con suma profundidad y color, nos confirman no solo la genialidad poética de Benedetti, sino su enorme pasión por el amor.

 

Filed Under: Arts & Culture Tagged With: amor, filosofía, libros, literatura, Mario Benedetti, mujeres, poemas, poesía, reseña

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